TRINIDAD SAMARITANA
RECUPERAR LA ARMONÍA DENTRO DE LA METÁFORA DEL CAOS
XAVIER QUINZÁ
La metáfora del Caos
Seguramente a más de uno sorprenderá el título de esta conferencia:
“Ordenar el Caos interior: una propuesta espiritual”.
Nos sorprende, en
primer lugar, porque lo que más tememos es que en algún momento se
desorganice nuestra vida y podamos caer en el caos más absoluto. La
expresión “caer en el Caos”, ya nos avisa de que vivimos en la idea
ilusoria de que nuestra vida se desarrolla en un cierto orden. Y que lo
normal es mantenernos en ese orden, y sólo consideramos la
posibilidad de caer en el Caos como una amenaza.
Pero también porque asociamos la idea del Caos con una ruptura
brusca de todas las normas y códigos por los que discurre nuestra vida.
Caer en el Caos es perder pie, dejarnos arrastrar por la vorágine del
sinsentido, abandonar el poco control que aún conservamos de nuestra
vida. El Caos, así considerado, está muy cerca de la locura.
Esto
alimentará sin duda, la extrañeza.
Sin embargo todas las corrientes de espiritualidad han hecho de
la ascesis un camino para buscar un cierto orden dentro del Caos. Es
decir: no han negado que vivimos en él, sino que han intentado dentro
de él, rastrear pistas que nos pudieran acompañar para orientar y
ordenar nuestra vida. Lo problemático, en nuestro tiempo, es que
hemos convertido imaginariamente ese orden en lo normal, cuando en
realidad se trata de unas dinámicas que sólo pueden destacarse sobre
un fondo de Caos.
Nos gusta imaginarnos que estamos viviendo en un mundo
ordenado, normado, estable y que, en todo caso, lo que se nos pide es
encajar en algunas de sus vías, no salirse de los carriles de la autopista,
seguir las indicaciones que se nos hacen. Pensamos que sólo así se nos
asegurará un viaje vital tranquilo, sin sobresaltos, y la seguridad de
alcanzar la meta anhelada.
La metáfora del Caos nos cambia la perspectiva: no es que en
alguna que otra ocasión hayamos tenido la sensación de que nos
descontrolábamos, de que íbamos a caer en el caos. Sino que, de hecho,
nuestras vidas están en el CAOS, no de forma ocasional, sino
permanente.
De modo que en esos momentos en que sentimos que
estamos a punto de perder pie, en medio de lo caótico de nuestra vida,
debemos tranquilizarnos. Ya estamos en medio del caos y ahí hay que
buscar las dinámicas que nos ayuden a recuperar la armonía.
La metáfora del CAOS, que es la constatación del continuo
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Recuperando la armonia. Un grupito de niños/as del pueblo con Begoña , "descubren" la armonía del jardín |