sábado, 7 de diciembre de 2019

Retiro de un grupo ZEN



EL ARTE DE VIVIR DESPIERTO
PRACTICAS  DE LA PLENA CONSCIENCIA

La construcción del movimiento de la plena consciencia
Escuchar una charla del Dharma

La meditación caminando
Meditación sentada

De vuelta a casa

Encuentra un rato en tu vida diaraia para detenerte y disfrutar de unas cuantas respiraciones en silencio

Retiro de Adviento 30 Noviembre 1-Diciembre

¿Una asignatura pendiente? 

Los cristianos del siglo XXI estamos acostumbrados a estudiar a Jesús, trabajar por Jesús, sufrir por Jesús…

Pero no estamos acostumbrados a disfrutar con Jesús. Sin embargo, los evangelistas nos invitan constantemente a la alegría, al gozo, a la fiesta. A Jesús nunca se le ocurrió una parábola en estos términos: “El reino de los cielos es semejante a unas plañideras que vienen de enterrar a un muerto…”. En cambio, en sus parábolas, resuenan constantemente palabras como “boda”, “expectación”, “asombro”, “vino nuevo”, “banquete”, “cosecha abundante”…

La Resurrección de Cristo “nos ha abierto una puerta que ya nadie puede cerrar” (Ap 3,8); es la puerta de la esperanza, de la alegría, del entusiasmo, de la ilusión por la vida. Así, ha llegado el momento de reivindicar el gozo de creer en Jesús, porque, parafraseando a Pascal, no debiera haber “nadie tan feliz como un cristiano auténtico”.

Eramos pocas, lo que facilitó la oración compartida, las alegrias y experiencias de vida que confirman el GOZO DE CREER EN JESÚS

El otoño se acerca en Santa María de Huerta


EL OTOÑO SE ACERCA CON MUY POCO RUIDO

El otoño se acerca con muy poco ruido:
apagadas cigarras, unos grillos apenas,
defienden el reducto
de un verano obstinado en perpetuarse,
cuya suntuosa cola aún brilla hacia el oeste.

Se diría que aquí no pasa nada,
pero un silencio súbito ilumina el prodigio:
ha pasado
un ángel
que se llamaba luz, o fuego, o vida.
Y lo perdimos para siempre.
– Ángel González



Señor: es hora. Largo fue el verano.
Pon tu sombra en los relojes solares,
y suelta los vientos por las llanuras.

Haz que sazonen los últimos frutos;
concédeles dos días más del sur,
úrgeles a su madurez y mete
en el vino espeso el postrer dulzor.

No hará casa el que ahora no la tiene,
el que ahora está solo lo estará siempre,
velará, leerá, escribirá largas cartas,
y deambulará por las avenidas,
inquieto como el rodar de las hojas.

Autor del poema: Rainer Maria Rilke