"No temas, Abrám. Yo soy para ti un escudo.
Tu recompensa será muy grande". (Gn 15.1-6)
Por la fe, Abraham, cuando fue puesto a prueba, presentó a Isaac como ofrenda: él ofrecía a su hijo único, al heredero de las promesas,
a aquel de quien se había anunciado:
a aquel de quien se había anunciado:
De Isaac nacerá la descendencia que llevará tu nombre.
El niño iba creciendo y se fortalecía, lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba con él. (Lc 2.22)
Fiesta también de los Santos Inocentes
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.FELIZ DÍA
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