!!!VEN ESPÍRITU SANTO¡¡¡
Ven, Espíritu De Dios, manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre, don, en tus dones espléndidos.
Luz que penetra
las almas,
Fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo;
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas,
y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma,
divina luz y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma al espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos.
Por tu bondad y tu gracia
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.
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Gál5,1.
13-14.22-25.frutos del Espíritu
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Creemos en el Espíritu:
Cuando tenemos una esperanza total en la vida, a pesar
de nuestras caídas y nuestras dudas,
Cuando se siente la desesperación y, sin
embargo, se experimenta un consuelo interior que nadie nos puede quitar,
Cuando experimentamos
el desgarrón de la muerte propia o ajena y la sabemos asumir con fe y
esperanza,
Cuando aceptamos
libremente una responsabilidad, aunque no tengamos claras perspectivas de éxito
y de utilidad
Cuando vivimos con
serenidad y perseverancia la existencia de cada día, a veces amarga,
decepcionante y aniquiladora, y la aceptamos por una fuerza cuyo origen no
podemos abarcar ni dominar,
Cuando nos entregamos
sin condiciones y cuando el caer se convierte en un verdadero estar de pie,
Cuando en el fondo de
nuestros interrogantes y nuestros conocimientos nos sentimos abrazados por un
Misterio que nos acoge y nos salva y que experimentamos como el fondo más
profundo y auténtico de nuestro ser,
Cuando vivimos las
tinieblas del aparente sin-sentido en
confianza,
Cuando vivimos las
experiencias fragmentarias del amor, la belleza y la alegría, como promesa del
amor, la belleza y la alegría plena que un día recibiremos junto a Dios,
nuestra vida, porque esperamos una promesa que no podemos entender,
Cuando somos capaces
de orar en medio de las tinieblas y el silencio, sabiendo que siempre somos
escuchados, aunque no percibamos una respuesta que se pueda razonar.
Karl Ranher sj.
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